jueves, 19 de febrero de 2009

¿Y qué más dá?


Cuando era pequeña siempre quise tener un rosal. Paseaba por los campos, veia los de la gente, en la floristeria. Me encantaban, y es que son preciosas. Pero el temor a pincharme siempre me ha hecho pasar de largo junto a las floristerias. Me acercaba muy poco. Lo necesario para contemplarla, poder apreciar su aroma... Lo necesario para aumentar mis ganas, y a la vez mi frustración.
Y es que no hay algo peor que el querer y no poder. ¿O realmente lo que me frustraba era el a pesar de poder no ser capaz? No lo sé...
Y sinceramente, ya me da igual. He pasado tantas veces en frente del conjunto de rosas, que ni siquiera sé si el aroma es real o está en mi cabeza. Y a veces pienso, que no es la rosa en sí lo que me llama la atención, no es su belleza. Ni su aroma. Ni su prestigio. Si no el miedo, el temor a poder pincharme. El riesgo que conlleva tenerla cerca lo que la hace tan valiosa. Lo peligrosa y delicada que es. ¿Y es por qué me identifico con ella? ¿O por qué me gustaria ser como ella? ¡¡Y qué más dará!!
Y es que hoy es uno de esos días en los que...

2 comentarios:

  1. en los k keres y no poder te hace kerer más? besos hoy km si fuesen desde la otra punta del planeta...muxuatxus reina

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  2. A ver si escribes algo nuevo ya! jjajja! un besito.

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