jueves, 19 de febrero de 2009

¿Y qué más dá?


Cuando era pequeña siempre quise tener un rosal. Paseaba por los campos, veia los de la gente, en la floristeria. Me encantaban, y es que son preciosas. Pero el temor a pincharme siempre me ha hecho pasar de largo junto a las floristerias. Me acercaba muy poco. Lo necesario para contemplarla, poder apreciar su aroma... Lo necesario para aumentar mis ganas, y a la vez mi frustración.
Y es que no hay algo peor que el querer y no poder. ¿O realmente lo que me frustraba era el a pesar de poder no ser capaz? No lo sé...
Y sinceramente, ya me da igual. He pasado tantas veces en frente del conjunto de rosas, que ni siquiera sé si el aroma es real o está en mi cabeza. Y a veces pienso, que no es la rosa en sí lo que me llama la atención, no es su belleza. Ni su aroma. Ni su prestigio. Si no el miedo, el temor a poder pincharme. El riesgo que conlleva tenerla cerca lo que la hace tan valiosa. Lo peligrosa y delicada que es. ¿Y es por qué me identifico con ella? ¿O por qué me gustaria ser como ella? ¡¡Y qué más dará!!
Y es que hoy es uno de esos días en los que...

viernes, 13 de febrero de 2009

Recuerdos


Me parece increible como las personas nos encariñamos con objetos inanimados. Objetos, que aparentemente no son más que lo que representan. Libros, fotos, cajas... ¿Y es que algo de nuestra vida hubiera sido diferente si no los tuvieramos con nosotros? Probablemente no. Seguramente hubieramos estado en los mismos sitios, hubieramos dicho o pensado las mismas cosas o hubieramos conocido a las mismas personas.
Entonces... ¿Por qué? ¿Por qué ese afan por retener esas pequeñas cosas, que aunque queramos reconocer o no, nos hacen más felices? En mi opinión, en gran parte por miedo. Por miedo a que lleguemos un día y olvidemos los momentos, personas o cosas que nos hacen felices. Por miedo a que algún día no seamos capaces de memorar una sola cosa de todas las que hemos vivido.
Y si, es verdad que en el momento que lo poseemos ese libro nos hace compañia, esa foto nos hace pensar en la gente y ese objeto nos hace creer que tenemos algo de lo que un día fue. Pero realmente de lo que nos sirven esas cosas son para un lejano día recordar...

lunes, 9 de febrero de 2009

Tras un largo camino en el que, sinceramente, las cosas no siempre han sido fáciles, hemos logrado sobrevivir una vez más. Nunca me lo pusiste fácil, y estar a mi lado es una tarea bastante difícil. Con tu cabezonería y mi orgullo, con tu soberbia y mis enfados... Con dos personalidades que más que congeniar chocaban la una con la otra, igual que nuestros cuerpos por intentar juntarse... Tanto tiempo juntos, tanto tiempo enfadados. ¿Cuantas veces nos hemos separado? Las mismas que nos hemos dado cuenta de que no podemos estar sin vernos, sin tenernos.

Hemos tenido gente en contra, no mucha. Suerte, quizá, de que la mayoría estaba con nosotros. Nos apoyaban y luchaba por nuestro amor, más igual de lo que en ocasiones lo hemos hecho nosotros...

¡No! Eso si que no, si algo hemos hecho, ha sido estar el uno por el otro. Cuando uno se rendía y se daba por vencido, enseguida tomaba el relevo el otro por esta constante lucha cuerpo a cuerpo. Y es que si por algo se carazteriza nuestra relación, aparte de por los altibajos que hemos pasado, es por lo que realmente sentimos el uno por el otro. Algo que no se puede negar, que está a vista de todos.
Pero si que es verdad, que por y a pesar de todo por lo que hemos pasado, seguimos el uno junto al otro. Queriendonos cada día más. Aprendiendo el uno del otro, aceptandonos y apoyandonos. Porque cada día a tu lado sea una ilusión...
¿Viajamos juntos a un mundo de sueños en el que nosotros seamos los principales protagonistas?
{{23/06/05}} Te Quiero...

viernes, 6 de febrero de 2009

Un día extraño




La verdad, que el día ha comenzado siendo bueno. Una sonrisa y un beso de la persona que quieres, alegran a cualquiera. Según hemos ido avanzando la mañana, algún que otro pequeño susto, pero parecia que aguantaba. He inaugurado este blog con mucha ilusión, incluso. Pero ha sido en el momento en el que he empezado a socializar con la gente, cuando he empezado a caer. No entiendo lo que ha pasado, y realmente eso es lo que más me rebienta. No entender lo que ocurre a mi alrededor. Por "X" cosas, que más adelante si tengo ganas explicaré, no he podido sino que llevarme otra desilusión con la gente. ¿Y cuantas van ya? Demasiadas, y no soy tan mayor como para ello... ¡Pero bueno! Algún día tendría que... Y lo peor de todo, ¿Qué cara ponerle a esa persona que considerabas totalmente diferente a lo que se acaba de convertir? Mejor ni pensarlo. Y luego ya, cuando he entrado en el curro, me he dado de golpe con todo. El agobio me incomodaba todo el tiempo, el mal humor cada vez se apoderaba de mi y encima este insoportable dolor de cabeza...
Tengo ganas de llegar a la cama y dormir entre tus brazos, al menos hasta mañana...

Comienza mi andadura


No sabría ni como empezar, ni si quiera por que hacerlo. Escribiendo esto comienzo una nueva parte de mi, una nueva parte de mi vida. No conozco muy bien como se usa, pero si para que sirve. Una gran compañera me dijo que ella escribia para desahogarse, para compartir con quien quisiera leerla su estado de ánimo y lo que le ocurria. Pensé que era una buena idea y se me ocurrió que yo también podría crear uno.

Bien, antes de nada presentarme. Decir que soy Sorgin. Que pocos o quiza ninguno me conoceréis, pero que poco importa. He de decir que soy una persona, cómo todas en el mundo, con un comienzo, un nudo y un desenlace. Que, por suerte, me encuentro viviendo el nudo de mi vida y que espero, quede mucho para llegar al desenlace. También os diré que aunque me guste escribir, soy una persona poco constante y algo inestable, por lo tanto es probable que en largas temporadas ni siquiera aparezca por aquí... Poco más queda que decir de mí, lo demás me imagino lo iremos conociendo juntos poco a poco...